El panorama de la vivienda en Europa: más propiedad que alquiler y más casas que pisos

9 de Enero de 2021 Ramon Faraco

Dentro de la Europa de los 27 existen grandes diferencias sobre cómo vivimos en términos de tamaño y tipo de vivienda, sus calidades o si predomina la propiedad o el alquiler. La evolución de los precios de las casas en venta y los arrendamientos también cambian significativamente entre los países. Analizamos la situación de la vivienda en la UE con los datos de la oficina estadística europea Eurostat.

¿Cómo han evolucionado los precios de compra y alquiler de una vivienda? ¿Hay más propietarios o inquilinos? En la Unión Europea (UE), el 70% de la población vivía en hogares en propiedad, mientras que el 30% restante vivía en una casa alquilada a cierre de 2019. Los datos de esta publicación interactiva de Eurostat muestran cifras anuales hasta ese año y, por lo tanto, no reflejan el impacto de la crisis del covid-19 que ha golpeado a todo el continente en todos los aspectos en 2020. En España, la proporción sube hasta el 76,2% de propietarios, pero lejos de rumanos, húngaros o eslovacos. Estos datos y muchos más se pueden encontrar en el informe.

El porcentaje de la población que vive en propiedad o alquila la casa en la que se vive es significativamente diferente entre los estados miembros. En la UE, el 69,8% de la población vive en su propia vivienda, mientras que el 30,2% restante vivía en casas alquiladas. Pero ¿dónde hay más propietarios? En Rumanía (el 95,8% de la población es propietaria de una casa), acompañado por Hungría (91,7%) y Eslovaquia (91%) o Lituania (90,3%).

En todos los Estados miembros, la propiedad es la manera de vivir más común. Solo en Alemania, el alquiler es capaz de acercarse a la propiedad, con un 49% de la población como inquilino, frente al 51% de propietarios. Le siguen Austria, con un 44,8% de arrendatarios y Dinamarca, donde el 39,2% de la población reside en pisos en arrendamiento. España supera la media europea, con hasta un 76,2% de propietarios frente a un 23,8% de inquilinos, aunque todo hay que decir que esta proporción lleva creciendo hacia el mercado del alquiler, en los últimos años, sobre todo desde la crisis económica de 2008 y el estallido de la burbuja inmobiliaria.

Vivir en una casa o apartamento también difiere entre los Estados miembros y depende de si se reside en una ciudad o en el campo. En 2019, el 53% de la población vivía en una vivienda unifamiliar, donde se incluyen los chalets adosados, mientras que el 46% vivía en un piso (solo el 1% vivía en otro tipo de alojamiento).

Irlanda (92%) registró la mayor proporción de la población que vive en una casa individual, seguida de Croacia y Bélgica (ambos con el 77,6%) y los Países Bajos (74,8%). Las casas son más comunes en dos tercios de los estados miembros.

En este caso, España se sale de la media europea y, al contrario que en el resto del continente, predominan las viviendas tipo piso (64,6%) frente a las casas unifamiliares (35,3%). Apenas un 0,3% de las viviendas en España forman parte de ese otro tipo de alojamiento. Solo Letonia (66%) supera a España, y le siguen Estonia (61%) y Grecia (59,2%).

Por zonas, el 72% de la población de la UE que reside en las ciudades vive en apartamentos solo el 28% lo hace en una casa. Para los pueblos y áreas residenciales a las afueras de las grandes ciudades, la media europea se encuentra en un 58,3% en casas y 41,7% en pisos, respectivamente, mientras que, en las áreas rurales, obviamente se dispara la población que vive una casa (81,6%) frente a los departamentos (18,4%).

La situación de la vivienda en España por áreas geográficas pasa por las ciudades: el 84,8% de la población reside en pisos frente al 15,2% que lo hace en casas, En los pueblos y áreas residenciales a las afueras de las grandes ciudades españolas la proporción se iguala, creciendo las casas (41,3%) frente a los pisos (58,7%). Finalmente, en las zonas rurales se cambian las tornas y predominan, como en el resto de Europa las viviendas unifamiliares (68,1%) frente a los apartamentos (31,9%).

En cuanto a la evolución de los precios de la vivienda ha habido una tendencia ascendente desde 2013, con incrementos particularmente importantes entre 2015 y 2019. En total, hubo un aumento del 19% entre 2010 y 2019. En 23 estados miembros hubo incrementos y solo en tres bajaron los precios (sin contar con Grecia). Los mayores aumentos se observaron en Estonia (96%), Hungría (82%), Letonia (75%), Luxemburgo y Austria (ambos con un 65%), mientras que las reducciones se registraron en Italia (-17%), España (-7%) y Chipre (-4%).

Los alquileres subieron un 13%

Entre 2010 y 2019, se registró un aumento de los alquileres en la UE, con una media de un 13% durante todo el período. Hubo un aumento en 25 Estados miembros y solo una disminución en dos. Los mayores aumentos se produjeron en Estonia (156%), Lituania (101%) e Irlanda (63%), mientras que las disminuciones se observaron en Grecia (-25%) y Chipre (-7%). En España, los alquileres aumentaron de media un 2,7% entre esos años, y un 3,2% desde 2015.

1,6 habitaciones por persona de media en la UE

El tamaño de las viviendas se puede medir con el número medio de habitaciones por persona: en la UE había una media de 1,6 habitaciones por persona en 2019. Entre los Estados miembros, el mayor número se registró en Malta (2,2 habitaciones por persona), seguidos de Bélgica e Irlanda (ambos 2,1 trimestres). En el otro extremo de la escala estaban Croacia, Polonia y Rumanía, todos con un promedio de 1,1 habitaciones por persona. En Portugal, la media se encuentra en 1,9 habitaciones por persona.

Con el aumento de los precios de la vivienda y de los alquileres, el coste de una vivienda "puede ser una carga", en palabras de Eurostat. En la UE en 2019, el 11,8% de la población de las ciudades dedicaba más de un 40% de su salario a los costes asociados al hogar, mientras que la tasa para las zonas rurales era del 7%. Esta carga de los costes de la vivienda fue mayor en las ciudades que en las zonas rurales de todos los Estados miembros, excepto Bulgaria, Rumanía, Croacia, Letonia y Lituania.

Las tasas más altas de esfuerzo por la vivienda en las ciudades se observaron en Grecia (40,7%), Dinamarca (21,1%) y Alemania (16,2%), mientras que en las zonas rurales ocurrieron en Grecia (28,3%), Bulgaria (18,5%) y Alemania (12,4%). España, en este caso, se encuentra por debajo de la media europea, con un 10,4% de la población en ciudades con una alta tasa de esfuerzo, y un 4,6% en zonas rurales.

Una quinta parte de la renta disponible se destina a la vivienda

El 20% de la renta disponible de los hogares se dedicó a gastos de vivienda en la UE en 2019. Esta cifra difiere entre los Estados miembros, con los porcentajes más altos en Grecia (38,9%), Dinamarca (27,1%), Alemania (25,9%) y Bulgaria (24,8%). España se queda en un 17,1%.

Si miramos a las personas con ingresos disponibles por debajo del 60% de la renta mediana nacional, que pueden considerarse en riesgo de pobreza, la proporción de los gastos de vivienda en la renta disponible ha aumentado al 39,3% de media en la UE, y un 36,2% en España. Por otro lado, para aquellos que tenían ingresos disponibles por encima del 60% de la renta mediana, el porcentaje era del 16,3%. En España se quedaba en el 12,2%

Menos familias con atrasos en créditos, alquileres y cuentas

Los pagos atrasados ​​de préstamos, alquileres o facturas de servicios públicos son otra indicación de que los costes de la vivienda pueden ser muy altos. Aunque los precios de la vivienda y los alquileres aumentaron durante el período 2010 a 2019, el porcentaje de hogares con atrasos en el pago de hipotecas, alquileres o facturas de servicios públicos en la UE disminuyó del 12,4% en 2010 al 8,2% en 2019. Los porcentajes disminuyeron en todos los Estados miembros excepto Grecia, Dinamarca y Finlandia. En 2019, las proporciones más altas se observaron en Grecia (41,4% de los hogares), Bulgaria (29,3%) y Chipre (17,6%) y las más pequeñas en la República Checa (2,8%), Alemania (3,7%) y Holanda (4,0%). España, se mantiene en línea con la media de la UE, y cierra 2019 con el 8,1%, después de alcanzar el 12,5% en 2014.

Calidad de la vivienda

La calidad de la vivienda se puede medir de varias formas. Una es si la gente reside en una casa superpoblada. En 2019, el 17,2% de la población de la UE vivía así. Las tasas de hacinamiento más altas se observaron en Rumania (45,8%), Letonia (42,2%) y Bulgaria (41,1%), y las más bajas en Chipre (2,2%), Irlanda (3,2%) y Malta (3,7%). En España, el porcentaje se quedaba en el 5,9%, repuntando frente a las tasas de años anteriores, aunque por debajo del 6,6% recogido en 2011.

Lo contrario a una casa superpoblada es una casa infraocupada, lo que significa que se considera demasiado grande para las necesidades de la familia que reside en ella, como destaca Eurostat. Los casos más comunes son cuando las personas mayores o las parejas se quedan en sus hogares después de que sus hijos se emancipan y abandonan la casa familiar. En la UE en 2019, un tercio de la población (33%) vivía en hogares infraocupados, un porcentaje que se ha mantenido casi estable desde 2010. El año pasado, las proporciones más altas de viviendas infraocupadas en 2019 se registraron en Malta (72,6%). Chipre (70,5%) e Irlanda (69,6%), y los más bajos en Rumanía (7,7%), Letonia (9,6%) y Grecia (10,7%).

España supera la media europea y a cierre de 2019, el 55,4% de la población vive en hogares infraocupados.


Fuente: idealista

https://www.idealista.com/news/inmobiliario/vivienda/2021/01/04/788345-el-panorama-de-la-vivienda-en-europa-a-traves-de-las-estadisticas-de-eurostat#xts=582065&xtor=EPR-1062-%5Bnews_weekly_20210108%5D-20210108-%5Bm-01-titular-node_788345%5D-33403886@3